Home 5 Salud 5 La falta de sueño podría alterar la calidad y función de las células madre

Ya sabemos que todo está en los genes pero, cada vez más, vamos descubriendo que las células madre son realmente las protagonistas de la normalidad fisiológica de un organismo.

Siempre se ha dicho y se dice que el sueño alimenta más que el comer y que es reparador. Este dicho tan popular se ha ido demostrando en los últimos años a través de numerosos artículos publicados. Esto tiene que ver con las células madre ya que como cualquier célula de nuestro organismo dependen también de la recuperación de la energía necesaria para los procesos vitales, con la diferencia de que este tipo de células, además, son el origen de todas las células adultas maduras que forman los tejidos.

El gasto energético en nuestra actividad física o cerebral, aunque muchas veces no nos percatamos de ello, es muy alto al cabo del día. La recuperación precisamente de toda esa energía perdida solo se lleva a cabo durante el sueño en que nuestro organismo se encuentra en condiciones basales de mínimo gasto energético. Durante ese periodo de sueño las células madre realizan la regeneración de los tejidos pero a la vez recargan las “monedas” energéticas o “baterías” de ATP.

El ritmo al que nos sometemos y muchas veces nos somete la sociedad en la que vivimos, nos lleva a dormir muy por debajo de nuestras necesidades para que el organismo se recupere.

Las células madre de las que dependen todos los tejidos y órganos, se resienten de ello y así por poner algunos ejemplos sencillos que se entiendan, nuestros cabellos se debilitan, nuestras uñas también, nuestros músculos se resienten respondiendo con contracciones, nuestras articulaciones no producen la sinovial suficiente y duelen más, o nuestra piel envejece mucho más deprisa de lo que podemos imaginar.

En el último número de la prestigiosa revista Nature Communications se publican resultados muy interesantes y novedosos de cómo la falta de sueño afecta directamente al buen funcionamiento de las células madre.

En este estudio se comprueba cómo las células madre hematopoyéticas de ratones privados de sueño presentan una menor capacidad para repoblar la médula ósea. Un déficit de sueño de sólo cuatro horas merma en hasta un 50 por ciento la capacidad de las células madre de la sangre y el sistema inmune para migrar hacia la médula ósea y dar lugar a los tipos celulares necesarios para reconstituir un sistema inmune dañado.

La investigación pone de relieve un aspecto que puede tener su importancia en los trasplantes de células madre hematopoyéticas y tener en cuenta a parte de la compatibilidad entre receptor y donante, los hábitos de sueño del donante.

Los investigadores se valieron en sus experimentos de un grupo de ratones que habían descansado adecuadamente y otros a los que habían privado de sueño. A todos ellos les extrajeron precursores hematopoyéticos, que inyectaron a 12 ratones.

El siguiente paso fue medir en los ratones trasplantados la cantidad de células mieloides derivadas de las células madre donadas. Éstas llegaron a representar el 26% del total de células mieloides en los animales que recibieron células madre procedentes de animales descansados, frente a sólo un 12% en los ejemplares trasplantados con células de ratones privados de sueño.

La capacidad migratoria de las células se evaluó mediante fluorescencia, observándose que, al cabo de 12 horas, el 3,3% de las células madre de los ratones que habían dormido llegaron a su destino en la médula ósea, mientras que el porcentaje se redujo al 1,7% en los roedores con falta de sueño.

Análisis posteriores revelaron que las células madre hematopoyéticas de los ratones cuyo descanso se había alterado, respondían con menor fuerza a las señales químicas que impulsan la migración celular. Asimismo, expresaban niveles más bajos de un ARN mensajero que controla la expresión de las proteínas SOC, que inhiben la migración de las células madre hematopoyéticas.

A pesar de estos efectos tan acusados, los investigadores comprobaron también que prevenirlos y revertir los resultados resultaba muy sencillo ya que bastaba con sólo dos horas de sueño reparador para que las células madre de los animales volvieran a su estado funcional normal. Otra conclusión es que aunque las células vuelvan a su estado funcional normal, los daños provocados en los tejidos ya no se recuperan.

Fuente:

Sleep disruption impairs haematopoietic stem cell transplantation in mice. Nature Communications 2015;6:8516.

Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Sleep+disruption+impairs+haematopoietic+stem+cell+transplantation+in+mice

 

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